IDEALES Y PRINCIPIOS GENERALES PARA LA ESTRUCTURA DE LA FRANCMASONERÍA UNIVERSAL.
1. La Francmasonería es un movimiento filosófico
activo, universalista y humanitario, en el que caben todas las
orientaciones y criterios que tienen por objeto el mejoramiento material
y moral de la humanidad sobre la base del respeto a la personalidad
humana.
2. La Francmasonería no es órgano de ningún partido
político ni agrupación social y se afirma en el propósito de estudiar e
impulsar, al margen y por encima de aquellos, los problemas referentes a
la vida humana, para asegurar la paz, la justicia y la fraternidad
entre los hombres y los pueblos, sin diferencia alguna de raza,
nacionalidad o creencia.
3. La Francmasonería reconoce la posibilidad de
mejoramiento indefinido del hombre y de la humanidad, en un principio
superior, ideal, que denomina «El Gran Arquitecto del Universo». Tal
reconocimiento de un principio originario y de una causa primera, deja a
cada uno de los masones sus puntos de vista particulares sobre la
naturaleza del mismo, absteniéndose de todo acto confesional. Por lo
tanto, no prohíbe ni impone a sus miembros ningún dogma religioso, y
rechaza todo fanatismo.
4. La Francmasonería establece que el trabajo es uno
de los deberes y de los derechos del hombre, y lo exige a sus adeptos
como contribución indispensable al mejoramiento de la colectividad.
Propugna y defiende los postulados de Libertad, Igualdad y Fraternidad
y, por consecuencia, combate la explotación del hombre por el hombre,
los privilegios y la intolerancia.
5. La Francmasonería reconoce que es posible alcanzar
la paz entre los hombres y las naciones en forma definitiva, superando
la violencia y utilizando la razón. Que para el advenimiento de la paz,
es necesario ser actores y participar en la historia asumiendo un
compromiso inteligente y ético.
6. La Francmasonería reconoce la necesidad de trabajar por la vigencia universal de los Derechos Humanos.